Existen muchas formas de llevar a cabo un proyecto de consultoría. No obstante, una de las metodologías más ampliamente utilizadas (Y que en RGI Grupo también aplicamos), consiste en:

1. Identificar las necesidades y expectativas del cliente (resultados deseados, retos, puntos de dolor y generadores de satisfacción);
2. Determinar la situación actual del cliente, a partir de un análisis de brecha frente al estándar que desea implementar o mejorar;
3. Planificar la forma como la organización podrá llegar al resultado deseado; aquí se seleccionan los tipos de servicio a ejecutar dentro del proyecto:
   1. Formación,
   2. Asesoramiento,
   3. Acompañamiento.
4. Implementar las actividades planificadas;
5. Realizar seguimiento, medición, análisis y evaluación de los avances y resultados del proyecto;
6. Emprender las mejoras necesarias para alcanzar los resultados previstos dentro del contrato con el cliente.

Dos aclaraciones en este punto:

1. La documentación no está incluida dentro de los proyectos de consultoría. Este servicio por lo general se maneja bajo la modalidad de outsourcing en gestión documental;

Una vez se ha efectuado el diagnóstico inicial, donde se ha determinado la brecha entre el estado actual y el deseado, se lleva a cabo una Oferta de Servicios específica y, en caso de ser aprobada, un Contrato de Servicios de Consultoría.